Columna vertebral rayos x

Columna vertebral rayos x

Interpretación de las radiografías de la columna lumbar

Las radiografías de la columna vertebral proporcionan imágenes detalladas de los huesos de la columna, y pueden tomarse por separado para las tres partes principales de la columna. Las afecciones que pueden aparecer en las radiografías de la columna vertebral incluyen fracturas, tumores y artritis.
Una radiografía es una prueba que utiliza la radiación para producir imágenes de los huesos y órganos del cuerpo. Las radiografías de la columna vertebral proporcionan imágenes detalladas de los huesos de la columna vertebral, y pueden tomarse por separado para las 3 partes principales de la columna vertebral: cervical (cuello), torácica (espalda media) y lumbar (espalda baja).
Las radiografías funcionan porque los tejidos del cuerpo varían en densidad (grosor). Cada tejido deja pasar una cantidad diferente de radiación y expone la película sensible a los rayos X. Los huesos, por ejemplo, son muy densos y la mayor parte de la radiación no puede atravesar la película. En consecuencia, los huesos aparecen de color blanco en la radiografía. Los tejidos menos densos, como los pulmones, que están llenos de aire, permiten que una mayor parte de los rayos X pasen a la película y aparezcan en la imagen en tonos grises.

Tipos de rayos x de la columna vertebral

Los rayos X utilizan haces invisibles de energía electromagnética para obtener imágenes de los tejidos internos, los huesos y los órganos en una película. Las radiografías estándar se realizan por muchas razones. Entre ellas, el diagnóstico de tumores o lesiones óseas.
Los rayos X se realizan utilizando radiación externa para producir imágenes del cuerpo, sus órganos y otras estructuras internas con fines de diagnóstico. Los rayos X atraviesan los tejidos corporales en placas especialmente tratadas (similares a la película de una cámara) y se obtiene una imagen de tipo «negativo» (cuanto más sólida es una estructura, más blanca aparece en la película). En lugar de la película, las radiografías se hacen ahora normalmente utilizando ordenadores y medios digitales.
Cuando el cuerpo se somete a los rayos X, las diferentes partes del cuerpo permiten que pasen cantidades variables de los haces de rayos X. Las imágenes se realizan en grados de luz y oscuridad. Depende de la cantidad de rayos X que penetren en los tejidos. Los tejidos blandos del cuerpo (como la sangre, la piel, la grasa y los músculos) dejan pasar la mayor parte de los rayos X y aparecen de color gris oscuro en la película. Un hueso o un tumor, que son más densos que los tejidos blandos, dejan pasar pocos rayos X y aparecen de color blanco en la radiografía. En una rotura de un hueso, el haz de rayos X atraviesa la zona rota. Aparece como una línea oscura en el hueso blanco.

Comentarios

La interpretación de las radiografías de la columna vertebral es una de las habilidades fundamentales de los médicos de urgencias. Aunque las directrices actuales nos llevan a utilizar la tomografía computarizada ante una sospecha de lesión de la columna vertebral, las radiografías de la columna vertebral siguen siendo valiosas en algunos entornos de bajos recursos y en grupos de pacientes susceptibles a la radiación. Por lo tanto, en este capítulo se resumirán los aspectos básicos de la interpretación de las radiografías de la columna vertebral.
Porque los puntos de referencia anatómicos para las mediciones a veces pueden ser difíciles de encontrar o identificar. Un enfoque más sistemático de la lectura de las radiografías cervicales puede reducir significativamente las posibilidades de pasar por alto una lesión importante.
Las radiografías simples, cuando muestran la proyección lateral de la columna cervical e incluyen una vista de boca abierta, son bastante sensibles a la hora de identificar las fracturas de la columna cervical. El riesgo de pasar por alto una fractura importante es, según las estadísticas, inferior al 1%. La adición de la proyección anteroposterior (AP) aumenta la sensibilidad hasta aproximadamente el 100%. Las tres proyecciones esenciales mencionadas anteriormente pueden verse en la figura 1.

Radiografía de la columna torácica 3 vistas

ResumenEl uso de las radiografías de la columna vertebral de rutina dentro de la quiropráctica tiene una historia controvertida. Algunos elementos de la profesión defienden la necesidad de realizar radiografías de columna de forma rutinaria para mejorar el tratamiento de los pacientes, mientras que otros quiroprácticos defienden el uso de las radiografías de columna sólo cuando están respaldadas por las directrices de imagen actuales. Esta revisión pretende resumir las pruebas actuales para el uso de la radiografía de la columna vertebral en la práctica quiropráctica, con la consideración de los riesgos y beneficios relacionados. Las pruebas actuales apoyan el uso de las radiografías de la columna vertebral sólo en el diagnóstico de traumatismos y espondiloartropatías, y en la evaluación de las deformidades estructurales progresivas de la columna vertebral, como la escoliosis idiopática del adolescente. La resonancia magnética está indicada para diagnosticar patologías graves, como el cáncer o la infección, y para evaluar la necesidad de tratamiento quirúrgico en la radiculopatía y la estenosis espinal. Hay pruebas sólidas que demuestran los riesgos de la imagen, como la exposición excesiva a la radiación, el sobrediagnóstico, los procedimientos posteriores de investigación y tratamiento de escaso valor, y el aumento de los costes. En la mayoría de los casos, los beneficios potenciales de las imágenes de rutina, incluyendo las radiografías de la columna vertebral, no superan los daños potenciales. El uso de las radiografías de la columna vertebral no debe realizarse de forma rutinaria en la práctica quiropráctica, y debe guiarse por las directrices clínicas y el criterio del médico.