Es una dura batalla por su buena salud

por Marta Miguel

Es una dura batalla por su buena salud

Si tiene un contacto limitado con personas que sufren de trastorno de estrés postraumático, su imagen de sus efectos puede describir solo una fracción de los casos. No todos los 8 millones de estadounidenses con PTSD son veteranos de guerra que luchan una batalla personal con flashbacks. Hay una amplia gama de experiencias que pueden desencadenar síntomas de PTSD y le puede pasar a cualquier persona que haya vivido circunstancias traumáticas.

TEPT explicado

Es fácil ver por qué el PTSD y el ejército están tan estrechamente vinculados, según un artículo de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, o APA. Hace más de 100 años, hubo soldados que sufrieron «conmoción de proyectil» durante la Primera Guerra Mundial, con síntomas que incluían temblores, pesadillas y otras reacciones provocadas por traumatismos en el campo de batalla. Comportamientos similares se describieron como «fatiga de combate» durante la Segunda Guerra Mundial.

Hoy en día, se estima que 1 de cada 11 personas será diagnosticada con PTSD en su vida. Hombres y mujeres de cualquier grupo étnico o trayectoria profesional son susceptibles al trastorno. Sin embargo, las mujeres tienen el doble de posibilidades de desarrollar PTSD. Además, los caucásicos en los Estados Unidos tienen tasas más bajas de PTSD que los latinos, los afroamericanos y los indios americanos.

Los tipos de trauma que causan el PTSD pueden provenir de vivir con una persona mentalmente desequilibrada, la muerte de un familiar cercano, presenciar un acto violento o la exposición a narrativas perturbadoras como el abuso infantil.

Síntomas mentales y emocionales

Muchos estadounidenses son conscientes de los signos externos del PTSD, desde reacciones exageradas y comentarios paranoicos hasta sentarse solos en posición fetal. Todos estos comportamientos comienzan con síntomas emocionales que se dividen en cuatro categorías, según el artículo de la APA.

  • Evitación – Cuando ciertas personas, lugares o cosas desencadenan sentimientos de un evento traumático, es lógico que te alejes de esos recordatorios. A menudo es difícil hablar sobre una experiencia traumática, por lo que algunas víctimas de PTSD evitan los temas de conversación.
  • Estado de ánimo alterado – No es inusual olvidar detalles asociados con un evento traumático y muchas víctimas de PTSD desarrollan ideas distorsionadas acerca de sí mismos y de los demás. Puede sentir vergüenza desplazada o temer por los motivos de los demás después de haber sido traumatizado.
  • Intrusión – Los flashbacks y otros pensamientos intrusivos pueden convertirse en algo común cuando tienes PTSD. Los recuerdos vívidos y los sueños inquietantes pueden hacerte sentir como si estuvieras reviviendo el evento repetidamente.
  • Reacciones dramáticas – Las emociones negativas que resultan del PTSD pueden desencadenar arrebatos de ira y un comportamiento imprudente en una persona que, por lo demás, es dócil.

Síntomas físicos

El estrés provocado por el trauma y los síntomas resultantes del PTSD provocan cambios físicos en su cuerpo. Un blog de PTSD UK, una comunidad en línea escocesa sin fines de lucro, explica los efectos del cortisol, que es una sustancia química en el cerebro que responde al estrés. Creada por tus glándulas suprarrenales, esta hormona te pone en alerta máxima y te da una explosión de energía para enfrentar la situación estresante.

El cortisol es una parte beneficiosa de su sistema de salud que contribuye a equilibrar los niveles de azúcar, la regulación de la presión arterial y su sistema inmunológico. Sin embargo, como hormona del estrés, está destinada a ayudar a su cuerpo en situaciones a corto plazo, que se convierten en un problema para las personas con PTSD. El estrés que continúan experimentando al revivir el trauma mantiene activada la corteza suprarrenal. Cuando mantiene altos los niveles de cortisol a lo largo del tiempo, puede desarrollar los siguientes síntomas físicos.

zumbido en tus oídos – Los impulsos nerviosos que tu oído envía a tu cerebro se interpretan como sonido. Cuando su cuerpo está bajo estrés, sus oídos envían una serie de impulsos a la región límbica de su cerebro que interpreta el ruido continuo como un zumbido.

Aumento de peso – Su nivel de cortisol afecta el almacenamiento de grasa, lo que significa que influye en su peso. El estrés que acompaña al PTSD aumenta la producción de cortisol, lo que puede provocar antojos de azúcar y comer en exceso.

Manos y pies fríos – Las personas con PTSD viven con frecuencia en un estado de «lucha, huida o congelación», que redirige el flujo de sangre hacia los órganos y lejos de las extremidades.

bostezos excesivos – Su ansiedad puede comunicarle al cerebro que no está recibiendo suficiente aire, por lo que su cuerpo inhala al bostezar.

Achaques – Algunos síntomas del PTSD contribuyen a la tensión en las articulaciones y los músculos. Además, la hipervigilancia provocada por el trastorno aumenta la producción de cortisol, agotando las glándulas suprarrenales y elevando los niveles de la hormona prolactina, lo que puede provocar una mayor sensibilidad al dolor.

Están sucediendo muchas cosas bajo la superficie, tanto mental como físicamente, cuando alguien sufre de trastorno de estrés postraumático. Es una buena idea obtener ayuda profesional si está plagado de repeticiones del trauma porque frenar los efectos duraderos del TEPT implica una batalla por la salud de su mente y cuerpo.