Todo lo que necesitas saber

Por Genevieve Cunningham

Todo lo que necesitas saber

La comida es sustento. Todo su propósito es mantenernos vivos. Es una fuente de vida, una necesidad, un medio de crecimiento y energía. ¿Pero a quién estamos engañando? La comida se convierte en mucho más que una necesidad básica en nuestras vidas. Se convierte en comodidad, deleite y hábito. Se vuelve parte de quienes somos. Y nuestro creciente problema de obesidad en Estados Unidos demuestra que eso es inequívocamente cierto.

Desafortunadamente, nuestra obsesión por la comida puede ir más allá de un simple hábito. Cuantas veces dijiste que eras fanático a cierta comida? ¿A las tazas de mantequilla de maní o tacos de Reese o al puré de papas de tu abuela? Nos involucramos tanto emocionalmente en la comida que sentimos que no podemos vivir sin ella. ¿Pero es eso cierto? ¿O estas adicciones autoproclamadas no son más que hipérboles? La respuesta es complicada.

¿Qué dice la ciencia?

Según un estudio publicado en Fronteras en psiquiatría, un poco más del 70 por ciento de los estadounidenses se considera con sobrepeso y aproximadamente el 40 por ciento son clínicamente obesos. Esos son números grandes. Números realmente grandes y abrumadores. En el mismo estudio, se sugiere que estos números no son necesariamente culpa nuestra. Cuando se les dio a las ratas una dieta alta en azúcar, o cuando se les dio un sinfín de opciones de alimentos, las ratas mostraron cambios neuroquímicos en el cerebro. Sus cerebros literalmente cambiaron en respuesta a la comida. ¿Te suena familiar? Debería. Son los mismos tipos de cambios que ocurren en el cerebro de un adicto a las drogas.

La buena noticia es que, en algunos casos, el problema es realmente una conexión emocional. Recurrimos a la comida como mecanismo de supervivencia. En estos casos, aprender nuevas técnicas de afrontamiento puede ayudarnos a cambiar nuestra peligrosa dieta. Tenemos que volver a aprender cómo lidiar con la vida, pero no estamos físicamente sobre nuestras cabezas. Pero en otros casos, las personas necesitan ayuda seria. Necesitan apoyo y orientación para romper la adicción, y necesitarán apoyo y orientación por el resto de sus vidas. Es una adicción física y mental real, tan real y peligrosa como cualquier otra.

¿Cómo cambiamos?

Cuando los adictos a las drogas finalmente se enfrentan a sus demonios e intentan romper sus adicciones, a menudo se separan de la vida normal. Pasan tiempo con consejeros lejos del público en general. Se les permite desintoxicarse en un ambiente seguro. La adicción a la comida, por real que sea, no se trata de la misma manera. ¿Por qué? Porque la comida es legal. Entonces, ¿cómo podemos romper una adicción a la comida y recuperar nuestras vidas?

  • Transición a la comida real – Aunque es posible ser adicto a cualquier alimento, los más adictivos tienden a ser los alimentos altamente procesados, llenos de azúcar o grasos. Si podemos destetarnos lentamente hacia los cereales integrales y las frutas y verduras frescas, estaremos un paso más cerca de acabar con la adicción. Es un proceso largo y difícil, pero puede funcionar durante un largo período de tiempo.
  • Busque ayuda profesional – Ya sea a través de asesoramiento personal o un programa de 12 pasos (¡sí, existen para la alimentación!), La ayuda profesional puede ser la única forma de lograr el éxito. Los estudios han demostrado que no se trata de fuerza de voluntad o moderación; se trata de volver a cablear el cerebro y encontrar formas de lidiar con las verdaderas tendencias adictivas.
  • Busque cambiar su estilo de vida – La comida forma parte de nuestro estilo de vida. No es una entidad separada y tratarla de esa manera no funcionará. Para vencer la adicción, debemos alejarnos de las cosas que hacen que nuestro cerebro reaccione. Es posible que tenga que hacer nuevos amigos que le brinden apoyo. Puede que tenga que evitar ciertos lugares. Pero cambiar su estilo de vida es el camino a seguir, y es la única forma de salvar su salud y potencialmente su vida.

Hay esperanza para todos

Quizás la mejor noticia de todas es que la adicción a la comida no es necesariamente una sentencia de muerte. Puede alterar drásticamente el camino de su vida y afecta absolutamente su salud en general, pero puede romperse. La gente puede adelgazar. Pueden cambiar su comportamiento. Pueden superar y aprender nuevos hábitos. Pueden tener éxito.

La clave es reconocer el problema y pedir ayuda. La alimentación emocional, el aburrimiento, el exceso de peso y la falta de control de los impulsos pueden indicar una adicción a la comida. Las reacciones fuertes a la comida o la falta de ella pueden indicar un problema. Presta atención. Defiéndete. ¿Adicción a la comida? Si, es real. Obtenga ayuda, haga cambios y deje que la comida sea una fuente de vida sin convertirse en su vida entera.