Nervios de la columna vertebral inflamados

Nervios de la columna vertebral inflamados

La inflamación de una raíz nerviosa espinal se llama

El dolor de espalda, la rigidez de cuello o el dolor de brazos y piernas pueden deberse a un nervio pinzado. Los nervios de la columna vertebral y otras partes del cuerpo pueden estar comprimidos por el tejido circundante, lo que provoca dolor, entumecimiento y hormigueo. El tiempo, el descanso y el tratamiento casero alivian la mayoría de los nervios pinzados, pero cuando no lo hacen, otros tratamientos pueden ayudar.
Un nervio pinzado es un nervio comprimido. Los tejidos circundantes que presionan las raíces nerviosas pueden causar dolor, entumecimiento y hormigueo en distintas zonas del cuerpo. En muchos casos, la causa es una hernia discal que se desliza entre las vértebras de la médula espinal y presiona el nervio espinal que baja por la pierna.
La mayoría de los nervios pinzados se originan en el cuello (radiculopatía cervical), la parte superior de la espalda media (radiculopatía torácica) o la parte inferior de la espalda (radiculopatía lumbar). También se pueden sufrir pinzamientos nerviosos en la mano, el codo y la muñeca (síndrome del túnel carpiano para la muñeca).
Los pinzamientos nerviosos son frecuentes; cada año, unos 85 de cada 100.000 adultos en Estados Unidos se ven afectados por pinzamientos nerviosos. Las personas de cualquier edad pueden sufrir pinzamientos nerviosos, pero los mayores de 50 años son los más propensos a padecerlos, debido a la artritis y la degeneración de la columna vertebral y otras partes del cuerpo.

Trastornos del nervio espinal

La mielitis transversal es una afección neurológica que se produce cuando se inflaman ambos lados de la misma sección de la médula espinal. Esta inflamación puede dañar la mielina, la sustancia grasa que recubre los nervios. La pérdida de mielina suele provocar cicatrices en la médula espinal que bloquean los impulsos nerviosos y provocan problemas físicos.
Algunas personas también pueden padecer mielitis transversa como resultado de lesiones en la columna vertebral, defectos de la misma o enfermedades vasculares como la aterosclerosis, todo lo cual puede reducir la cantidad de oxígeno en el tejido de la médula espinal.
La mielitis transversa también puede ser un signo de advertencia de la esclerosis múltiple, pero es poco frecuente. Dado que algunas personas con mielitis transversa padecen enfermedades autoinmunes como el lupus, algunos médicos creen que la mielitis transversa también puede ser una enfermedad autoinmune. Por último, algunos tipos de cáncer pueden desencadenar una respuesta inmunitaria que provoque mielitis transversa.
El lugar del cuerpo donde se producen estos síntomas depende de la parte de la médula espinal que esté inflamada. Las personas con inflamación en el cuello suelen sentir los síntomas desde el cuello hacia abajo, mientras que la inflamación en la mitad de la columna vertebral puede causar síntomas de la cintura hacia abajo.

Síntomas de inflamación de la columna vertebral

El dolor de raíz nerviosa se origina en los nervios que se han dañado o están comprimidos en la columna vertebral. Los nervios llevan la información que controla los movimientos y las sensaciones del cuerpo al cerebro. Cuando un nervio de la columna vertebral se daña, puede causar dolor, aumento de la sensibilidad, entumecimiento y debilidad muscular. El dolor puede originarse en múltiples raíces nerviosas. El dolor radicular se refiere al dolor que proviene de una sola raíz nerviosa.
El primer paso para diagnosticar el dolor de raíz nerviosa es un examen físico cuidadoso y una revisión de su historial médico. Su médico comprobará el entumecimiento o la pérdida de sensibilidad que pueda experimentar, los reflejos musculares, la fuerza muscular y la postura.
El dolor de raíz nerviosa puede tratarse fácilmente con medicación o fisioterapia. En algunos casos, los síntomas mejoran con el tiempo y no requieren tratamiento.    En Penn, los médicos comienzan con enfoques conservadores y no quirúrgicos para tratar el dolor de la raíz nerviosa. Cuando los tratamientos no quirúrgicos no funcionan y la condición de un individuo no mejora, la cirugía puede ser el siguiente mejor paso para tratar las condiciones subyacentes que causan el dolor de la raíz nerviosa.

Mielitis

La estenosis espinal es el estrechamiento de los canales óseos por los que pasan los nervios y la médula espinal. La artritis puede hacer que las articulaciones facetarias y los ligamentos se agranden y engrosen, restringiendo el espacio para que los nervios se muevan libremente. Los nervios pinzados se inflaman y causan dolor, calambres, entumecimiento o debilidad en las piernas, la espalda, el cuello o los brazos. Los medicamentos, la fisioterapia y las inyecciones en la columna vertebral pueden ayudar a controlar los síntomas. Los síntomas crónicos pueden requerir una intervención quirúrgica para abrir los canales.
La columna vertebral está formada por 24 huesos móviles llamados vértebras. Las vértebras están separadas por discos, que actúan como amortiguadores impidiendo que las vértebras se rocen. En el centro de cada vértebra hay un espacio hueco llamado canal espinal que contiene la médula espinal, los nervios espinales, los ligamentos, la grasa y los vasos sanguíneos. Los nervios espinales salen del canal espinal a través del agujero intervertebral (también llamado canal de la raíz nerviosa) para ramificarse hacia el cuerpo. Tanto el canal espinal como el de la raíz nerviosa están rodeados de hueso y ligamentos. Las alteraciones óseas pueden estrechar los canales y restringir la médula espinal o los nervios (véase Anatomía de la columna vertebral).